miércoles, 13 de noviembre de 2013

PREFERENTES BANKIA: COLABORACION DEL PROF. JOUSIN HELAL.

Recibimos, con la misma satisfacción de siempre, otra colaboración del Prof. Jousin Helal.

                                      ----------------------------LA ESCUELA DEL


miércoles, 13 de noviembre de 2013 
LOS AMOS DEL MUNDO Y EL IMPERIO DEL CINISMO
Los Amos del Mundo tienen en común valores y principios fundamentales que son el cimiento o base de su 
unidad, y su denominador común. La adhesión a estos principios es obligatoria por ser admitido en el círculo 
de los Amos del Mundo y de sus organizaciones fundamentales, entre ellas, Grupo de Bilderberg, Skull & 
Bones y CFR. Sus principios están relacionados con el Sionismo y su proyecto Nuevo Orden Mundial, y los 
principios fundamentales serían: El fin justifica los medios (Maquiavelo); el fuerte debe dominar al débil, el 
fuerte ha sido concebido para ser un predador, y el débil para ser la presa; la eliminación de los débiles es 
conforme al principio de la selección natural (Darwinismo); la vida de todos los individuos no tiene el mismo 
 valor, así que los que tienen un valor negativo pueden ser eliminados, en el interés superior del conjunto; y, 
el mundo debe ser gobernado por una elite. En resumidas cuentas, estos principios definen a una casta de 
psicópatas que buscan implantar un Gobierno Mundial por medios criminales e ilegales.

El libro Los nuevos Amos del Mundo, de Jean Ziegler (un asesor de Naciones Unidas y profesor de Sociología) 
nos dice que la élite gobernante esta formada por los banqueros internacionales, auténticos depredadores 
sin corazón y sin alma que son los responsables del comercio mundial y de una sociedad trasnacional, 
operando de este modo para acumular dinero y para destruir Estados, seres humanos y paisajes naturales, 
para ello, fomentan la corrupción entre la casta política de cada país, por esa razón, hace tiempo que dejaron 
de representar al pueblo. Así pues, los depredadores de la Banca disfrutan obteniendo riquezas a través de las 
guerras y la manipulación de las bolsas, con las cuales aplastan al prójimo, reducen la libertad humana y 
devastan conciencias hasta el punto de haber convertido al ser humano en una mercancía con fecha de 
caducidad, pero lo última invención mercantil es patentar lo vivo.

Pese a todo, en la prensa económica internacional, esos malditos Amos del Mundo, que ya de por sí 
controlan los Medios de Comunicación, se presentan generalmente como seres admirables, proclamando 
su adhesión a obras o a organizaciones benéficas, presentándose ellos mismos como personas trabajadoras,
 honestas y amantes del prójimo. Subjetivamente, ellos se consideran hombres de bien y es que tienen fe 
en ese “Bien”. ¿Cómo explicar esta aparente ceguera? Para superar las contradicciones con que se encuentran 
en la práctica, ellos se vinculan a una teoría muerta, una vieja teoría llamada de efectos residuales secundarios. 
Esta se debe a dos grandes filósofos ingleses: Adam Smith y David Ricardo, que es la base y guía de los 
Nuevos Amos del Mundo. Que dice este dogma: “Abandonados a sí mismo y libres de toda limitación y de 
todo control y dirigiéndose a cada instante hacia los lugares donde la ganancia es máxima. Es así como los 
costos comparativos de los gastos de producción determinan el lugar de implantación de la producción 
mercantil.” Este dogma del s. XVIII se utiliza ampliamente en la actualidad, por ejemplo, en relación con la 
deuda externa de los países, por la cual la oligarquía financiera decide de forma legal quién va a morir de 
hambre y quien no, quien va a ser juzgado o condenado, quien va a ser empobrecido y quien no,… Por ende, 
la deuda de los países es la excusa perfecta para desmontar el Estado de Bienestar a partir de la falsa crisis 
que los propios Amos del Mundo provocaron para aumentar sus beneficios financieros, lo cual ha de ser 
colocado en un segundo plano, porque el principal objetivo es implantar el Nuevo Orden Mundial, por ello, la 
deuda es una forma de crear de manera permanente una nueva esclavitud.

George Orwell, en su novela “1984”, explicaba la situación del mundo y por ende de la Humanidad desde el 
punto de vista de los Amos del Mundo.

"No buscamos el poder para nuestros propios fines, sino por el bien de la mayoría tal como la definimos. Los 
hombres, estas criaturas cobardes, no pueden asumir la libertad ni hacer frente a la verdad. Ellos deben ser 
dirigidos por aquellos que son más fuertes que ellos. La especie humana tiene la elección entre la libertad y 
la felicidad, sin embargo la felicidad vale más.

El bien de los otros no nos interesa, solo buscamos el poder, nada más que el poder. Los nazis y los 
comunistas se parecen mucho a nosotros por sus métodos. Ellos pretendían haberse amparado del poder 
por un periodo limitado; pasado el punto crítico, habría un paraíso donde los hombres serian libres e iguales. 
No somos así, sabemos que nadie que se ampara del poder renuncia a él. No se establece una dictadura 
para salvaguardar una revolución. Se hace una revolución para establecer una dictadura. La persecución 
tiene por objeto la persecución. La tortura tiene por objeto la tortura. El poder tiene por objeto el poder.

La esclavitud es libertad. Solo, libre, el ser humano es siempre vencido. Pero si renuncia a su identidad, si 
se somete regular y totalmente, se funde en el poder colectivo, es entonces todo-poderoso e inmortal.

Este poder es también el poder sobre otros seres humanos, sobre los cuerpos pero sobretodo sobre las 
mentes. El poder sobre la materia no es importante, nuestro dominio de la materia es ya absoluto. Lo que 
mporta es de controlar a la mente. La realidad esta en el interior de la cabeza... El poder real, el poder por 
el cual debemos lucha día y noche, es el poder no sobre las cosas, pero sobre los hombres. ¿Cómo 
aseguramos el poder sobre el prójimo? Haciéndole sufrir. La obediencia no basta. ¿Cómo, si no sufre, 
podemos estar seguros que obedece, no a su voluntad, pero a la nuestra?

El poder es infligir sufrimiento y humillaciones. El poder es destruir el espíritu humano en pedazos que se 
junta después bajo nuevas formas que se escoge. Empiece usted a ver qué clase de mundo estamos 
creando? Un mundo de temor, miedo, traicion, tormento. Un mundo de aplastadores y aplastados, un 
mundo que a medida que se afine se volverá cada vez más despiadado. El progreso de nuestro mundo será 
el progreso hacia sufrimientos. Nuestra civilización esta fundada sobre el odio; no habrá otras emociones 
que el temor, la rabia, el triunfo y la humillación. Destruiremos el resto.

Hemos cortado los lazos entre los hijos y sus padres, entre el hombre y el hombre, entre el hombre y la 
mujer. Pero más tarde, no habrá ni mujer ni amigo. Los hijos serán quitados de los brazos de sus madres 
desde el nacimiento, como se quita los huevos de una gallina. La procreación será una formalidad anual, 
como la renovación de la tarjeta de alimentación. No habrá más lealtad, solo con el poder. Todos los 
placeres de la emulación serán destruidos y reemplazados por la ebriedad siempre creciente del poder, 
que se afinara cada vez más. Habrá a cada instante, el escalofrió de la victoria, la sensación de aplastar 
un enemigo impotente... Tanto así que un mundo triunfador será un mundo de terror... Controlaremos la
vida a todos los niveles.

Usted imagina que hay algo que se llama la naturaleza humana que será ultrajada por lo que hacemos y 
se volverá en contra nuestra. Pero, nosotros creamos la naturaleza humana. El hombre es infinitamente
 maleable.

Tal es el mundo que preparamos. Un mundo donde las victorias se sucederán a las victorias y los triunfos 
a los triunfos, un mundo de eterna presión, siempre renovada, sobre la fibra del poder. Empieza a concebir 
lo que será este mundo. Al final hará más que comprenderlo, lo aceptara, lo acogerá con felicidad, pedirá 
su parte y amara a sus propios esclavizadores..."

En conclusión, los Amos del Mundo están haciendo todo lo posible para que la única salida de esta hipócrita 
crisis capitalista sea la consolidación de las condiciones para el establecimiento de un Nuevo Orden Mundial 
que inaugure una Nueva Era política, económica y religiosa.




        
          
Anna Alexandra Alighieri

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