• La entidad rescata apela contra sentencias favorables a herederos de clientes muertos a los que colocó participaciones preferentes o deuda subordinada

Protesta de afectados por las preferentes en una oficina de Bankia en...
Protesta de afectados por las preferentes en una oficina de Bankia en Mataró a finales de 2012 MARGA CRUZ
La perpetuidad, ese detalle nada menor escondido con frecuencia en los contratos sui generis de los estafados con preferentes y subordinadas, se revela en ocasiones perversamente cierta. Tan real que ni la muerte extingue un engaño consumado en vida.Bankia ha recurrido contra sentencias que le obligan a reintegrar el dinero retenido a pesar de que el cliente que suscribió la operación ha fallecido, con lo que pone en un brete a los sucesores.
Este diario ha hablado con dos hermanas que exponen su caso bajo anonimato. Cabe decir que la apelación que les han notificado no es un hecho excepcional ni una rareza anómala: las fuentes judiciales consultadas reseñan que hay más familias que se hallan en el mismo trance y que pueden extenderse a medida que se dicten más resoluciones contra la entidad que fue nacionalizada, porque los afectados de edad avanzada son numerosos. Más de un abogado admite que aguarda el fallo para algunas víctimas ya difuntas.
Las dos mujeres que han atendido a este medio residen en Mataró. Su padre murió en enero de 2013. El óbito se produjo un par de meses después de que denunciaran a Bankia para solicitar que se anularan las obligaciones subordinadas que el progenitor selló entre 1988 y 2009.
La cuantía obstruida no es pequeña. Son 100.292,92 euros, depositados a lo largo de dos décadas en 22 compras distintas en una oficina de Caixa Laietana de la capital del Maresme. Como en la inmensa mayoría de circunstancias análogas, la firma integrada en Bankia les instó a tomar acciones para intentar reparar la parálisis de los títulos.
«Cuando el canje, ya estaba en la residencia, en 2010 nos pasó los poderes sobre las cuentas», relatan las hijas. El hombre pereció con 85 años, «durante el curso del proceso», como el dictamen del Juzgado de Primera Instancia 3 de Mataró anuncia. Se procedió a la transmisión del mandato de las finanzas «dado el deterioro físico y mental» del titular de los valores, prosigue la resolución. Las hijas firmaron el cambio por acciones «por la necesidad de disponer de liquidez para atender los gastos de la residencia de su padre».
Como en gran parte de los fallos revelados, la decisión del magistrado condena a Bankia a devolver la inversión íntegra más los intereses. Los testimonios de los empleados de la sucursal acreditaron que «en la contratación de esos productos no se ofreció la debida información». El oficinista sabía que el hombre «no tenía conocimientos financieros, siendo un ahorrador como la mayoría de sus clientes; no le explicó el producto porque había adquirido obligaciones hace años, no se hablaba de sus riesgos ni se entregaban folletos, aun cuando en la orden de compra se decía que se entregaban».
Las hijas evitaron al anciano la inquietud de saberse con los ahorros apresados. «¿Tengo un rincón?», les preguntó en alguna ocasión. «No se preocupe por el dinero», lo calmaban. «Le habría supuesto un disgusto saberlo», admiten las mujeres, quienes con el recurso han visto que se demore quizá todo un año más el pago, que representa buena parte del legado. «Explicamos a nuestro padre que debíamos hacer el cambio por las acciones. Nos dijo que lo hiciéramos y que no quería saber nada más», añaden.
Como otras veces, Bankia contrapone que estudia «caso por caso» y que el fallecimiento «está al margen del proceso judicial». «Es una cuestión económica lo que se juzga y alegamos cuando creemos que se comercializó bien. El derecho económico pervive», justifica un portavoz.
«Los recursos son injustificados. Más que una decisión de caso por caso, creo que han seguido una estrategia», opina la letrada Laia Manté, del Col·lectiu Ronda, que ha tramitado varias demandas por preferentes. «En los últimos meses de 2013, lo recurrían todo, sin discriminar, cuando la documentación no dejaba dudas de que en Laietana no se había vendido bien», tercia.
En cambio, contrasta que el banco rescatado y en venta no ha replicado a ninguna de la decena de causas que la abogada le ha ganado y cuyos fallos se han recibido desde inicios de 2014. Manté cree que Bankia pretendió disuadir a los damnificados a persistir en los tribunales e inducirlos al arbitraje, que ahora toca a su fin.
«Se hereda lo bueno y lo malo, y quien ha heredado preferentes tiene un problema», constata Óscar Serrano, de la misma cooperativa de juristas, quien observa que, hasta que no se confirme un posible viraje,Bankia ha apelado sin distinguir entre las peculiaridades de los estafados. «No está justificado el recurso, ni aunque la persona esté viva, pero si ha muerto aún menos», analiza, «así, se involucra a los herederos en un proceso judicial que no han buscado, y con el coste que genera. El derecho procesal lo ampara. Si está legitimado moralmente, es más discutible».