viernes, 28 de noviembre de 2014

PREFERENTES BANKIA:RAJOY NO PUEDE LIMPIAR LA CORRUPCION, ES EL PRINCIPAL COLABORADOR DE LOS CORRUPTOS.

RAJOY: "debatir, pactar y aprobar rápido..."..., Así le llevamos soportando, mientras nos masacra, tres años: ¿Y castigar a sus amigochos corrompidos, para cuando?. Eso es lo que el pueblo le exigimos, ¡Castigo a los malhechores!, todos a la cárcel. No hacen falta nuevas medidas, solo hace falta que Rajoy tenga voluntad de aplicar justicia. Que reconozca la voluntad, la valentía y la integridad que les sobra a Garzón y Elpidio Silva, como su incorruptibilidad, y que se prepare  él mismo  a ir "pa'lante". Estos dos jueces no son de los de escoba, estos son de escobón. Un hombre que jode tanto a su pueblo, llamado Mariano, no debe quedar impune por muchos Fiscales de "designación directa" de los que se rodée.
 
Hace mucho tiempo he dicho del Presidente del Gobierno que sufrimos todos los españoles, que basta ya de echar pregones, lo que hay que echarle al tema de la CORRUPCIÓN son, cojones. 

Lo de la espiración de los delitos, es algo que debe desaparecer de nuestro país, esto lo puede legislar Rajoy cuando le salga de donde deba salirle. ¿No tiene Mayoría Absoluta en las Cámaras?. ¿No hace contra los ciudadanos todo lo que hace, por esa Mayoría Absoluta?. ¡Que no nos cuente cuentos!.

La trama de la "GÜRTEL" no es una trama contra el PP, es,  como todos suponíamos, una trama de gentuza del PP que gozan de absoluta impunidad, y a cuyos beneficiados Rajoy defiende a "capa y espada". Recuérdese que asi lo ha escrito el juez Ruz en un AUTO.

La corrupción se limpia dando herramientas -escobas- legales a los jueces, para que barran. Ayudando a Blesa y persiguiendo al juez Silva, se continua jodiendo al pueblo y dedicando  la judicatura española, de manera absolutamente estéril.

Viendo cómo esta España y quienes son los beneficiados, se comprende el odio y persecución que se ejerce contra PODEMOS. Pero llegando a donde estamos, no sera el "coleta" quien decida, seremos muchos millones de jodidos los que nos quitaremos a nuestro violador de encima. ¡¡¡Eso lo haremos sin pregones, será con un papelito llamado voto!!!. 

En cuanto al tema de la dimision de Ana Mato, y la defensa indefendible de alguno de sus correligionarios, ¿Como un digno, inocente, sin culpa puede perjudicar al Gobierno y a la nacion?. ¡¡Aclárenoslo, señor Alonso!!.

Sabiendo lo que digo, nuestro Presidente del Gobierno, debería habernos respetado mas de lo que lo ha hecho. Ya es un poco tarde, se ha pasado, con su equipo al completo, veinte pueblos. Los ciudadanos estamos al limite de nuestro aguante. No somos gilipollas, señor Rajoy, se lo repito, no se equivoque: 
¡¡¡¡ No somos gilipollas !!!!

El colmo de lo que este hombre esta haciendo es: Después de desoir a las autoridades europeas en el tema de los desahucios, al echar a la calle a los españoles desahuciados, no los deja dormir en la calle. Pretenden que su cerebro acabe necrosado por carencia de descanso. Si duermen en un banco en la calle los multa con cientos de euros. Él solo sabe servir al capital tomando como herramientas a las personas.

La alcaldesa Ana Botella, llega aún mas lejos, pone bancos en las paradas de autobus, como armas disuasorias contra el sueño:


                                    (JORGE PARÍS) Los nuevos bancos de las marquesinas de la EMT llevan un separador antimendigos.
                                               
     ¡¡¡VAYA TROPA!!!
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                                   Viernes, 28 de noviembre de 2014
                      Diario de León.

La oposición defiende la nula legitimidad de Rajoy para luchar contra la corrupción

El presidente responde a Sánchez: «Su dureza con los escándalos acaba en Despeñaperros».

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su intervención en el Congreso. - ballesteros

      El líder del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su intervención en el Congreso. - ballesteros
         Donaciones restringidas y plazo tope para la instrucción judicial
Mariano Rajoy fracasó ayer en su intento de lograr un pacto nacional para sacar adelante el amplio paquete de reformas legales que el Gobierno ha traído al Congreso para prevenir la corrupción y castigar con más rapidez y contundencia a los responsables de esta lacra, que en esencia es el mismo plan de choque que anunció y prometó hace más de un año y medio.
El presidente del Gobierno, en lo más parecido en esta legislatura a un pleno monográfico sobre la corrupción, pretendió abrir una nueva etapa política haciendo tabla rasa de todos los escándalos que se ventilan en los juzgados, buena parte de los cuales afectan a su partido, y llamó a concentrarse solo en debatir, pactar y aprobar rápido una batería de más de 70 medidas con las que dificultar la aparición de nuevos casos en el futuro.
En contra de sus pretensiones, la oposición, con el PSOE, IU, UPyD y los nacionalistas de izquierda como puntas de lanza, rechazó acuerdos con él o su Gobierno porque considera que carecen de legitimidad y credibilidad para liderar un pacto anticorrupción alguno mientras no demuestre con hechos su compromiso, mientras no explique la presunta trama de financiación irregular que afecta desde hace décadas al PP y asuma las responsabilidades políticas que le corresponderían por los casos de Francisco Correa y Bárcenas como líder del partido.
El presidente, que quiso plantear un debate en abstracto, sin casos ni nombres, se encontró de inmediato rodeado por la instrucción judicial de la trama de Francisco Correa, que solo doce horas antes obligó a dimitir a su ministra de Sanidad y que considera que también el PP pudo lucrarse con la actuación de esta trama corrupta, y por otros ilustres imputados o condenados de su partido como Luis Bárcenas, Carlos Fabra o Jaume Matas.
Rajoy, que ya casi solo mira a CiU y PNV como potenciales aliados futuros para el pacto del bloque de reformas, dejó sin embargo la mano tendida al resto de grupos. No sin antes avisarles de que cualquier posible acuerdo debe ser rápido y de que está decidido a sacar adelante el paquete de leyes con o sin apoyos. La parte central, la que incluye el aumento de los controles sobre la financiación de los partidos y los patrimonios y compatibilidades de los altos cargos, la quiere enviar al Senado a principios de año. El endurecimiento de penas y las medidas de agilización de los procesos judicales quiere que estén también en el BOE al comienzo de la primavera, mucho antes de las elecciones autonómicas y locales de mayo.
El líder del PP dijo compartir la «indignación» por los escándalos, e insistió en su conocida tesis de que no existe una corrupción generalizada en la política y aseguró que los casos salen porque «las instituciones actúan y funcionan». Llamó a no magnificar el asunto porque «España no está corrompida» y la mayoría de los políticos son honrados, y avisó de que ese «infundio» solo deja sitio en la política «a los salvapatrias de la escoba», en obvia referencia a Podemos. Ahora solo importa, resumió, aprobar la respuesta «amplia, firme, eficaz y duradera» que él propone.
Solo se salió del guión en la intervención final para responder a los ataques de Pedro Sánchez, el líder del PSOE, y a sus amagos de pedirle, sin llegar a hacerlo, su dimisión por el caso de Francisco Correa. «Su voluntad de acabar con la corrupción tiene un límite claro -dijo-, está en Despeñaperros» porque es ciego con todo lo que ocurre al sur de ese puerto de montaña bien porque no quiere o porque no le deja Susana Díaz, y le retó a que expulse a Manuel Chaves y a José Antonio Griñán por el escándalo de los ERE.
Sanchez rechazó un acuerdo global con Rajoy porque considera que su propuesta es «insuficiente», que el líder de un partido «con un problema estructural de corrupción» no está «capacitado ni legitimado» para encabezar un proceso de regeneración democrática y porque, además, «no les creemos, no son de fiar». «Debe asumir responsabilidades, no basta con pedir perdón. Si no escucha la indignación de la gente no creerán que quiera hacer nada», añadió. Después de hacerle la misma pregunta que IU y UPyD -«¿Quién va a dimitir en el PP por el caso de Francisco Correa?»-, negó que sea cierto que la corrupción afecte a todos los partidos por igual. «Yo no me siento en un despacho cuya reforma no se ha pagado con dinero negro, usted sí», le espetó.
El líder de IU, Cayo Lara, fue el único que le pidió la dimisión inmediata. Le acusó de traer medidas «cosméticas» con las que se ríe de los españoles. «¿Es que el PP de Bárcenas nos va a decir cómo arreglar la financiación de partidos?», preguntó con sorna. Rosa Díez, de UPyD, también se acercó mucho a la demanda de renuncia al presidente cuando le preguntó por qué no sigue el mismo camino que Ana Mato si tiene iguales motivos, «partícipe a título lucrativo».

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